un refugio ideal para disfrutar la paz con desayunos a la carta y vista espectacular

La Quinta Maria Cortez es un auténtico paraíso. La atención del personal es inmejorable. te hacen sentir como en casa. Los desayunos a la carta son sencillamente deliciosos, una manera perfecta de comenzar el día. Cada habitación es única y cuenta con vistas al océano, lo que añade un toque mágico a la experiencia. La tranquilidad del lugar y la belleza de la arquitectura te transportan a otra época. hay detalles en cada rincón que hacen que cada momento sea especial. Sin duda, es un lugar donde el tiempo parece detenerse. ¡Ya cuento los días para regresar!

Encantador refugio, perfecto si deseas disfrutar de un ambiente tranquilo con un desayuno exquisito que inicia tus días en la hermosa vista del océano.

La atención del personal es excepcional, siempre dispuestos a ayudar y poner una sonrisa. Los platos tailandeses son un verdadero hallazgo. probé un curry que me dejó encantado. Sin embargo, noté que la piscina podría necesitar un poco más de limpieza, y el acceso a la playa no es el más cómodamente accesible, también sería ideal contar con más opciones de comida en la tarde. A pesar de eso, la decoración única y la tranquilidad del lugar realmente resaltan la experiencia.

La decoración del hotel es ecléctica y llena de carácter, con detalles en cada rincón que hacen que cada área sea única y encantadora. La atención del personal fue excelente, brindando un ambiente cálido y familiar durante toda mi estancia.

Más opciones de comida en la tarde serían ideales.

Recomendado para quienes aman lo auténtico

El lugar tiene un ambiente muy único, con decoraciones que te transportan a otra época. Una de las mejores partes fue el desayuno, los huevos rancheros eran para morirse y disfrutamos ver delfines mientras comíamos.

No fue barato, pero valió la pena.